Hace 25 años, a Madrid le quedaba mucho por hacer. La Comunidad de Madrid se había constituido sólo unos años antes y tenía grandes proyectos para la región, pero la mayoría todavía estaban sobre el papel, y algunos (como las grandes ampliaciones de Metro de los últimos años) ni siquiera eso. Hoy son una realidad, incluso los proyectos que en aquellos 80 no podían todavía imaginarse. En materia de transporte público, el salto ha sido tan impresionante que Madrid ha pasado en este cuarto de siglo de mirar con envidia a otras grandes ciudades a convertirse en referencia y ejemplo a seguir a nivel internacional. Hoy, incluso el Metro de Londres ha mostrado su interés por "copiar" el sistema de gestión de Madrid, y no es ni mucho menos la única.
Los primeros intercambiadores que comenzaron a construirse, entre 1983 y 1993, tenían como objetivo ordenar la circulación de autobuses en superficie, de forma similar a los que existían para autobuses urbanos en Sol, Manuel Becerra o Felipe II. Fueron los de Aluche, Plaza de Castilla y, en menor medida, Oporto, Conde de Casal y Moncloa. A partir de 1994 se empezó a detectar la necesidad de soterrarlos y mejorar las conexiones con el Metro. El ejemplo más representativo es Moncloa. Hubo que esperar al año 2000 para dar el paso definitivo, con la inauguración de Avenida de América, con el que Madrid entraba en el siglo XXI apostando por un nuevo modelo de transporte público intermodal. A partir de ese momento, los esfuerzos se dirigieron a construir el anillo de intercambiadores que hoy ya es una realidad.
Los nuevos intercambiadores de Transporte de Madrid han despertado el interés y la admiración de numerosas delegaciones extranjeras. Desde que entraron en servicio los cuatro construidos entre 2003 y 2007, han venido a visitarlos delegaciones de países tan distintos como Canadá, Estados Unidos, México, Venezuela, Colombia, Ecuador, Brasil, Argentina, Chile, Alemania, Finlandia, Suecia, Noruega, Francia, Rusia, India, Abu Dhabi, Singapur, Sudáfrica, Israel, Irán o China, que se han interesado por el modelo seguido en Madrid para tratar de implementarlo en sus ciudades.
Este reconocimiento internacional no sólo se plasma en las visitas y las colaboraciones con delegaciones de otros países, sino que el Plan de Intercambiadores desarrollado por la Comunidad de de Madrid a través del Consorcio Regional de Transportes ha sido galardonado con algunos de los premios más prestigiosos a nivel nacional e internacional. Entre ellos cabe destacar el Premio Internacional a la Intermodalidad, otorgado por la UITP; el Premio a las Medidas de Seguridad contra Incendios 2009; el Premio al Mejor Proyecto Urbanístico 2009, otorgado por la revista Actualidad Económica; el Premio PRODIS 2009 en la categoría de Entidades; el Premio en la categoría Urbanística 2009 de la fundación DFA; o el Premio Intermodes 2010, otorgado por su contribución a las mejores soluciones en materia de intermodalidad.
Asimismo, ha sido reconocido con el Premio ITF-UITP, concedido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y por la Unión Internacional de Transporte Público (UITP).
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